Partiendo del asentamiento del diseño industrial como refuerzo en la productividad en las empresas Nacionales, Colombia como escenario de adaptación neocultural e inexplotación de nuevas necesidades e interacciones y la sobre oferta en el mercado de productos "vacíos" y efímeros surge la necesidad de proyectos de diseño que establezcan relaciones SEMIÓTICAS entre la forma, la función y el usuario, donde no solo exista la preocupación por la elaboración y desarrollo morfológico sino que encuentre el equilibrio entre la acción y la interacción. Más aún cuando la nueva revolución tecnológica trajo consigo nuevos focos de investigación y creó nuevos nichos culturales con infinidad de oportunidades para proponer un NUEVO lenguaje formal y un cambio en la realidad tal como la conocemos.
La juventud es uno de los más grandes sectores de nuestra sociedad, en Colombia el 65 % de las personas no exceden de 25 años, los cuales actualmente están siendo callados por las personas de mayor edad, son conceptualizados como los "inexpertos, idealistas, que quieren arreglar al mundo ya", a los cuales la sociedad los encasillan en el estudiar, y aprender un arte liberal para sobrevivir y mantenerse solo. ¿El joven es sólo esto?.
El Derecho a Soñar de los jóvenes ha sido violado y criticado por los paradigmas de esa antigua generación, amiga del status que en todo sistema, va dejando a una gran parte de ello alienado con el pensamiento de indiferencia que está tiene. De esto deriva un sinfín de estrategias de expresión que se han generado gracias a la necesidad de notoriedad y poder de decisión dentro de nuestra sociedad. Expresiones culturales como por ejemplo el fenómeno de Tribu Urbana.
De esta manera, cada tribu urbana representa a su vez una porción del mercado de consumo actual y asimismo del PIB (Producto Interno Bruto) colombiano, pero con grandes diferencias en las oportunidades que ofrecen para resolver todo un nuevo mundo de experiencias, i
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